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.Como �ste era el primer caso de muerte, duelo y entierro que yo presenciaba,en mi inter�s por los aspectos etnológicos del ceremonial me olvid� de las circunstanciasde la tragedia, a pesar de que en el poblado ocurrieron simult�neamente uno o doshechos singulares que debieran de haber despertado mis sospechas.Descubr� que, poruna coincidencia misteriosa, otro muchacho hab�a resultado herido de gravedad, almismo tiempo que en el funeral se percib�a claramente un sentimiento general dehostilidad entre el poblado donde el muchacho hab�a muerto y aquel donde se hab�a tras-ladado el cad�ver para proceder a su entierro.Sólo mucho m�s tarde pude descubrir el verdadero significado de estos acontecimientos:el muchacho se hab�a suicidado.La verdad es que hab�a quebrantado las reglas deexogamia y su compa�era de delito era su prima materna, la hija de una hermana de sumadre.Esto era sabido desde hac�a cierto tiempo y generalmente desaprobado, pero nose hab�a hecho nada hasta que un pretendiente despreciado por la muchacha, y que porlo tanto se consideraba personalmente agraviado, tomó la iniciativa.Este rival hab�aamenazado con usar magia negra contra el joven culpable, pero esto no hab�a surtidoning�n efecto.Entonces, una noche insultó al rival en p�blico y lo acusó de incesto antela colectividad, lanz�ndole ciertos ep�tetos intolerables para un nativo.Para el infortunado joven sólo hab�a un remedio, un solo modo de escapar a laverg�enza.A la ma�ana siguiente se atavió y adornó con sus galas de los d�as festivos,subió a un cocotero y se dirigió a la comunidad hablando desde las hojas del �rboldespidi�ndose de ellos.Explicó las razones que le mov�an a un acto tan desesperado ylanzó una acusación velada contra el hombre que le hab�a empujado a su muerte, sobreel que ahora los miembros de su clan ten�an el deber de vengarle.Luego, seg�n lacostumbre, se lamentó ruidosamente, saltó del cocotero que ten�a unos veinte metros dealto y se mató en el acto.A todo esto siguió una lucha dentro del poblado en la que surival fue herido; la pelea se repitió durante el funeral.Este caso abr�a cierto n�mero de importantes l�neas de investigación.Me encontraba enpresencia de un crimen manifiesto: el quebrantamiento de la exogamia del clan tot�mico.La prohibición exog�mica es una de las piedras angulares del totemismo, del derechomatriarcal y del sistema clasificatorio del parentesco.Todas las hembras del clan de unhombre son llamadas hermanas por �ste y le son prohibidas como tales.Es un axioma dela antropolog�a el hecho de que nada suscita un horror m�s grande que elquebrantamiento de esta prohibición y que, adem�s de una fuerte reacción de la opiniónp�blica, hay tambi�n castigos sobrenaturales que acompa�an este delito.Y se sabe queeste axioma no est� desprovisto de base factual.Si se interrogase a los nativos de lasBronislaw Malinowski 51Crimen y costumbre en la sociedad salvajeTrobriand sobre este asunto, se ver�a que todos confirmar�an este axioma, es decir, quelos nativos muestran horror a la sola idea de violar las reglas de la exogamia y que creenfirmemente que el incesto de clan puede ir seguido de llagas, enfermedades e incluso lamuerte.�ste es el ideal de la ley nativa y en cuestiones morales es f�cil y hastaagradable adherirse estrictamente al ideal cuando se juzga la conducta de los otros o seexpresa una opinión sobre la conducta en general.No obstante, cuando se trata deaplicar la moralidad y los ideales a la vida real, las cosas toman un aspecto diferente.Enel caso descrito era obvio que los hechos no concordaban con el ideal de conducta.Laopinión p�blica no se mostraba ultrajada en absoluto por el conocimiento del delito y porlos insultos que la parte interesada lanzó p�blicamente contra el culpable.Inclusoentonces, el muchacho tuvo que castigarse a s� mismo; por lo tanto, la "reacción delgrupo" y la "sanción sobrenatural" no fueron los principios activos en el caso;adentr�ndome m�s en la materia y recogiendo información concreta, descubr� que la vio-lación de la exogamia por lo que respecta al comercio sexual, no al matrimonio noes un caso raro ni mucho menos, y que la opinión p�blica se muestra indulgente aunquedecididamente hipócrita.Si el asunto se lleva a cabo ocultamente, con cierto decoro, y sinadie en particular suscita dificultades, la "opinión p�blica" murmurar�, pero no pedir�un castigo severo.Si, por el contrario, se produce esc�ndalo, todo el mundo se volver�contra la pareja culpable y, por el ostracismo y los insultos, uno de ellos o los dos podr�nser inducidos al suicidio.En cuanto a la sanción sobrenatural, este caso me condujo a un descubrimientointeresante e importante.Me enter� de que hay un remedio perfectamente bienestablecido contra cualesquiera consecuencias patológicas de esta transgresión, unremedio que si se aplica correctamente est� considerado como pr�cticamente infalible.Esdecir, que el nativo posee un sistema de magia que consiste en hechizos,encantamientos y ritos ejecutados sobre el agua, las hierbas y las piedras, que cuando selleva a cabo correctamente resulta completamente eficaz para deshacer los malosresultados del incesto de clan.�sta era la primera vez en mi trabajo que me encontraba con lo que podr�a llamarse unsistema bien establecido de evasión y esto en el caso de una de las leyes m�sfundamentales de la tribu.M�s tarde descubr� que semejantes desarrollos par�sitos enlas principales ramas del orden tribal existen en otros varios casos, adem�s de los quesirven para contrarrestar el incesto.La importancia de este hecho es obvia.Muestraclaramente que una sanción sobrenatural no salvaguarda siempre una regla de conductapor medio de un efecto autom�tico; contra la influencia m�gica puede habercontramagia.Desde luego que es mucho mejor no correr el riesgo ya que puedehaberse aprendido mal la contramagia o llevarse a cabo de un modo imperfecto , peroel riesgo no es grande.La sanción sobrenatural muestra por lo tanto una elasticidadconsiderable en conjunción con un ant�doto adecuado.Este ant�doto metódico nos ense�a otra lección.En una comunidad donde las leyes nosólo se quebrantan ocasionalmente, sino que se trampean sistem�ticamente por m�todosbien establecidos, no puede esperarse una obediencia "espont�nea" a la ley, unaadhesión ciega a la tradición, ya que dicha tradición ense�a al hombre subrepticiamentecómo eludir algunos de sus mandatos m�s severos y no se puede ser empujado haciaadelante espont�neamente y tirado hacia atr�s espont�neamente �todo al mismo tiempo!La magia para deshacer las consecuencias del incesto de clan es quiz�s el ejemplo m�sdefinido de elusión metódica de la ley, pero adem�s hay otros casos.As�, un sistema demagia para hacer que una mujer deje de querer a su marido e inducirla al adulterio esuna forma tradicional de burlar la institución del matrimonio y la prohibición deladulterio.Las varias formas de magia delet�rea y mal�fica pertenecen a una categor�aligeramente diferente: magia para destruir cosechas, para frustrar los esfuerzos de unpescador, para hacer que los puercos se escapen a la selva, para agostar los bananeros,cocoteros y palmeras de areca, para echar a perder una fiesta o una expedición de kula.Esta magia, dirigida a instituciones establecidas y actividades importantes, es realmenteun instrumento de delito suministrado por la tradición [ Pobierz całość w formacie PDF ]
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.Como �ste era el primer caso de muerte, duelo y entierro que yo presenciaba,en mi inter�s por los aspectos etnológicos del ceremonial me olvid� de las circunstanciasde la tragedia, a pesar de que en el poblado ocurrieron simult�neamente uno o doshechos singulares que debieran de haber despertado mis sospechas.Descubr� que, poruna coincidencia misteriosa, otro muchacho hab�a resultado herido de gravedad, almismo tiempo que en el funeral se percib�a claramente un sentimiento general dehostilidad entre el poblado donde el muchacho hab�a muerto y aquel donde se hab�a tras-ladado el cad�ver para proceder a su entierro.Sólo mucho m�s tarde pude descubrir el verdadero significado de estos acontecimientos:el muchacho se hab�a suicidado.La verdad es que hab�a quebrantado las reglas deexogamia y su compa�era de delito era su prima materna, la hija de una hermana de sumadre.Esto era sabido desde hac�a cierto tiempo y generalmente desaprobado, pero nose hab�a hecho nada hasta que un pretendiente despreciado por la muchacha, y que porlo tanto se consideraba personalmente agraviado, tomó la iniciativa.Este rival hab�aamenazado con usar magia negra contra el joven culpable, pero esto no hab�a surtidoning�n efecto.Entonces, una noche insultó al rival en p�blico y lo acusó de incesto antela colectividad, lanz�ndole ciertos ep�tetos intolerables para un nativo.Para el infortunado joven sólo hab�a un remedio, un solo modo de escapar a laverg�enza.A la ma�ana siguiente se atavió y adornó con sus galas de los d�as festivos,subió a un cocotero y se dirigió a la comunidad hablando desde las hojas del �rboldespidi�ndose de ellos.Explicó las razones que le mov�an a un acto tan desesperado ylanzó una acusación velada contra el hombre que le hab�a empujado a su muerte, sobreel que ahora los miembros de su clan ten�an el deber de vengarle.Luego, seg�n lacostumbre, se lamentó ruidosamente, saltó del cocotero que ten�a unos veinte metros dealto y se mató en el acto.A todo esto siguió una lucha dentro del poblado en la que surival fue herido; la pelea se repitió durante el funeral.Este caso abr�a cierto n�mero de importantes l�neas de investigación.Me encontraba enpresencia de un crimen manifiesto: el quebrantamiento de la exogamia del clan tot�mico.La prohibición exog�mica es una de las piedras angulares del totemismo, del derechomatriarcal y del sistema clasificatorio del parentesco.Todas las hembras del clan de unhombre son llamadas hermanas por �ste y le son prohibidas como tales.Es un axioma dela antropolog�a el hecho de que nada suscita un horror m�s grande que elquebrantamiento de esta prohibición y que, adem�s de una fuerte reacción de la opiniónp�blica, hay tambi�n castigos sobrenaturales que acompa�an este delito.Y se sabe queeste axioma no est� desprovisto de base factual.Si se interrogase a los nativos de lasBronislaw Malinowski 51Crimen y costumbre en la sociedad salvajeTrobriand sobre este asunto, se ver�a que todos confirmar�an este axioma, es decir, quelos nativos muestran horror a la sola idea de violar las reglas de la exogamia y que creenfirmemente que el incesto de clan puede ir seguido de llagas, enfermedades e incluso lamuerte.�ste es el ideal de la ley nativa y en cuestiones morales es f�cil y hastaagradable adherirse estrictamente al ideal cuando se juzga la conducta de los otros o seexpresa una opinión sobre la conducta en general.No obstante, cuando se trata deaplicar la moralidad y los ideales a la vida real, las cosas toman un aspecto diferente.Enel caso descrito era obvio que los hechos no concordaban con el ideal de conducta.Laopinión p�blica no se mostraba ultrajada en absoluto por el conocimiento del delito y porlos insultos que la parte interesada lanzó p�blicamente contra el culpable.Inclusoentonces, el muchacho tuvo que castigarse a s� mismo; por lo tanto, la "reacción delgrupo" y la "sanción sobrenatural" no fueron los principios activos en el caso;adentr�ndome m�s en la materia y recogiendo información concreta, descubr� que la vio-lación de la exogamia por lo que respecta al comercio sexual, no al matrimonio noes un caso raro ni mucho menos, y que la opinión p�blica se muestra indulgente aunquedecididamente hipócrita.Si el asunto se lleva a cabo ocultamente, con cierto decoro, y sinadie en particular suscita dificultades, la "opinión p�blica" murmurar�, pero no pedir�un castigo severo.Si, por el contrario, se produce esc�ndalo, todo el mundo se volver�contra la pareja culpable y, por el ostracismo y los insultos, uno de ellos o los dos podr�nser inducidos al suicidio.En cuanto a la sanción sobrenatural, este caso me condujo a un descubrimientointeresante e importante.Me enter� de que hay un remedio perfectamente bienestablecido contra cualesquiera consecuencias patológicas de esta transgresión, unremedio que si se aplica correctamente est� considerado como pr�cticamente infalible.Esdecir, que el nativo posee un sistema de magia que consiste en hechizos,encantamientos y ritos ejecutados sobre el agua, las hierbas y las piedras, que cuando selleva a cabo correctamente resulta completamente eficaz para deshacer los malosresultados del incesto de clan.�sta era la primera vez en mi trabajo que me encontraba con lo que podr�a llamarse unsistema bien establecido de evasión y esto en el caso de una de las leyes m�sfundamentales de la tribu.M�s tarde descubr� que semejantes desarrollos par�sitos enlas principales ramas del orden tribal existen en otros varios casos, adem�s de los quesirven para contrarrestar el incesto.La importancia de este hecho es obvia.Muestraclaramente que una sanción sobrenatural no salvaguarda siempre una regla de conductapor medio de un efecto autom�tico; contra la influencia m�gica puede habercontramagia.Desde luego que es mucho mejor no correr el riesgo ya que puedehaberse aprendido mal la contramagia o llevarse a cabo de un modo imperfecto , peroel riesgo no es grande.La sanción sobrenatural muestra por lo tanto una elasticidadconsiderable en conjunción con un ant�doto adecuado.Este ant�doto metódico nos ense�a otra lección.En una comunidad donde las leyes nosólo se quebrantan ocasionalmente, sino que se trampean sistem�ticamente por m�todosbien establecidos, no puede esperarse una obediencia "espont�nea" a la ley, unaadhesión ciega a la tradición, ya que dicha tradición ense�a al hombre subrepticiamentecómo eludir algunos de sus mandatos m�s severos y no se puede ser empujado haciaadelante espont�neamente y tirado hacia atr�s espont�neamente �todo al mismo tiempo!La magia para deshacer las consecuencias del incesto de clan es quiz�s el ejemplo m�sdefinido de elusión metódica de la ley, pero adem�s hay otros casos.As�, un sistema demagia para hacer que una mujer deje de querer a su marido e inducirla al adulterio esuna forma tradicional de burlar la institución del matrimonio y la prohibición deladulterio.Las varias formas de magia delet�rea y mal�fica pertenecen a una categor�aligeramente diferente: magia para destruir cosechas, para frustrar los esfuerzos de unpescador, para hacer que los puercos se escapen a la selva, para agostar los bananeros,cocoteros y palmeras de areca, para echar a perder una fiesta o una expedición de kula.Esta magia, dirigida a instituciones establecidas y actividades importantes, es realmenteun instrumento de delito suministrado por la tradición [ Pobierz całość w formacie PDF ]