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.El aire de alrededor del globo estaba brillando más violentamente ahora.Isabelle dio un grito ahogado cuando un hombre dio un paso fuera del aire ondeante, como si saliera de capas de agua.El padre de Jace era un hombre imponente, de unos seis pies de altura (1,83 m.), con un ancho pecho y brazos fuertes con fibrosos músculos.Su rostro era casi triangular, terminado en una dura barbilla puntiaguda.Se le podría considerar guapo, pensó Alec, pero era evidentemente diferente a Jace, carecía de algo del halo dorado pálido de su hijo.La empuñadura de una espada era visible justo por encima de su hombro izquierdo La Espada Mortal.No es que necesitase estar armado, puesto que no estaba corporalmente presente, así que debía llevarla para molestar a la Inquisidor.No es que necesitara estar más irritada de lo que ya estaba.Imogen, dijo Valentine, sus ojos oscuros miraron fijamente a la Inquisidor con un halo de satisfecha diversión.Eso es muy propio de Jace, pensó Alec.Y Maryse, mi Maryse Ha pasado mucho tiempo.Maryse, tragó duramente y dijo con algo de dificultad, No soy tu Maryse, Valentine.Y esos deben ser tus chicos, Valentine hacía como si ella no hubiera hablado.Sus ojos se detuvieron en Isabelle y Alec.Un débil escalofrío recorrió a Alec, como si algo hubiera pinzado en sus nervios.Las palabras del padre de Jace eran perfectamente normales, incluso educadas, pero había algo en su mirada rotunda y depredadora que hacía a Alec querer dar un paso en frente de su hermana y bloquear así su visión de Valentine.Son exactamente igual que tú.Deja a mis hijos fuera de esto, Valentine, dijo Maryse, claramente preocupada por mantener su voz segura.Bueno, eso parece poco justo, dijo Valentine, considerando que tú no has dejado a mi hijo fuera de esto.Se giró hacia la Inquisidora.Recibí su mensaje.Seguramente ¿eso no es lo mejor que puede hacer?Ella no se había movido; ahora parpadeó lentamente, como un lagarto.Espero que los términos de mi oferta estén perfectamente claros.Mi hijo a cambio de los Instrumentos Mortales.Eso era, ¿correcto? Si no le matará.¿Matarlo? hizo de eco Isabelle.¡MAMÁ!Isabelle, dijo Maryse estrangulada.Cállate.La Inquisidor lanzó a Isabelle y Alec una mirada envenenada entre sus párpados rajados.Conoces los términos correctos, Morgenstern.Entonces mi respuesta es no.¿No? La Inquisidor parecía como si hubiera esperado dar un paso sobre tierra firme y, en cambio, el suelo se hubiera colapsado bajo sus pies.No puedes tirarte faroles conmigo, Valentine.Haré exactamente como amenacé.Oh, no tengo duda alguna de ti, Imogen.Tú has sido siempre una mujer decidida y de enfoque implacable.Reconozco esas cualidades en ti porque las poseo en mí mismo.No soy en nada como tú.Cumplo la Ley ¿Incluso cuando te ordena matar a un chico todavía en su adolescencia sólo para castigar a su padre? Esto no es cosa de la Ley, Imogen, esto es que me odias y me culpas por la muerte de tu hijo, y esta es tu manera de recompensarme.No va a haber diferencia.No te entregaré los Instrumentos Mortales, ni siquiera por Jonathan.La Inquisidor simplemente lo miró con fijeza.Pero es tu hijo, dijo.Tu chico.Los chicos hacen sus propias elecciones, dijo Valentine.Eso es algo que tú nunca entendiste.Le ofrecí a Jonathan seguridad si permanecía conmigo; él la rechazó y volvió a ti, y te vengarás con él como le dije que harías.No eres otra cosa más, Imogen, finalizó él, que predecible.La Inquisidor no parecía notar el insulto.La Clave insistirá en su muerte, pero si no me das los Instrumentos Mortales, dijo ella, como alguien atrapado en un mal sueño.No seré capaz de pararles.Soy consciente de ello, dijo Valentine.Pero no hay nada que yo pueda hacer.Le ofrecí a él una oportunidad.No la tomó.¡Cabrón! gritó Isabelle de repente, e hizo además de correr hacia adelante; Alec la agarró del brazo y la trajo a rastras hacia atrás, reteniéndola allí.Es un gilipollas, bufó ella, luego elevó su voz gritando a Valentine: Eres un ¡Isabelle! Alec cubrió la boca de su hermana con la mano mientras Valentine les dedicaba una simple mirada sorprendida.Tú le ofreciste La Inquisidor estaba comenzando a rememorar como un robot cuyos cortocircuitos estuvieran fundidos.¿Y él te rechazó? Ella sacudió la cabeza.Pero él es tu espía tu arma ¿Es eso lo que pensaste? dijo él, con aparentemente sincera sorpresa.Apenas estoy interesado en espiar los secretos de la Clave.Sólo estoy interesado en su destrucción, y para lograr ese fin tengo herramientas más poderosas en mi arsenal que un chico [ Pobierz całość w formacie PDF ]
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