[ Pobierz całość w formacie PDF ]
.Expresiones como la ley de nostre escola o nostre still son el mayortestimonio de la génesis, en el círculo de los poetas, del ajedrez moderno.Éste es el único texto donde expresamente se hacen alusiones, y en términosinvolucrativos, a los instantes mismos de la reforma del ajedrez árabe.Estehecho en sí mismo tiene una importancia decisiva.Profundo e íntimo el estudio y la revisión de Calvo nos proporciona, quizássin buscarlo, la fundamentación del propio ajedrez.Identifica, como provisto del láser de un moderno cirujano, sin tocar laestructura del ajedrez moderno, enorme con el paso de los siglos, el prediosobre el que se ha constituido: está en nuestro país, más concretamente, susraíces ahondan en la tierra valenciana.Estamos completamente convencidosde que si fuera otra, si no fuera la suya, su esfuerzo no decaería ni su avidezpor la verdad, en ese sentido recuerdo cuando investigaba en Zafra (Badajoz)el propio nacimiento de Ruy López.obra escrita en 1459-1460, donde leemos: escacs pel roc / tens per la dona; sus-mat te dona.Tambiénhay una evocación al ajedrez en Lo proces de les olives, obra publicada en Valencia en 1497, con poemasde Fenollar y Vinyoles, y lo que todavía es más importante: teniendo como impresor a Lope de Roca,el mismo que publica el libro de Vicent.Por todo ello es por lo que Calvo llega a la convincente con-clusión de que el ajedrez moderno brotó en Valencia en relación con un círculo bien conocido dehumanistas, hombres de letras y editores de libros, estrechamente vinculado además, como ya vimos,con el entorno en el que se imprimió la obra de Lucena y, en concreto, con el impresor LeonardoHutz.Por ello el mérito de este libro es el de la cohesión: unir la fragmentaria His- 151toria del ajedrez, quebrada en el momento mismo del tránsito del ajedrezárabe al moderno.Agradezcamos, pues, a Ricardo Calvo su postura de investigador libre e inde-pendiente.Y también su ausencia de miedos, ya que nos ha enseñado a deste-rrar el peor de todos ellos: el miedo a la verdad.4.2.Castellví-Vinyoles, primera partida del nuevo ajedrezLa relevancia ajedrecística del manuscrito se fundamenta en el hecho detranscribir la primera partida con la reglamentación del ajedrez de la dama,este hecho trascendental ya fue señalado por Paluzíe.Por la importancia quepor tanto tiene para la Historia del ajedrez reproducimos íntegra la partidadesarrollada a lo largo de las 64 estrofas, tantas como casillas tiene el tablerode ajedrez, con lo que la alegoría alcanza su pleonasmo.Junto a las jugadas sevan intercalando, en el poema, los comentarios del árbitro, que no es sino lalegislación del nuevo ajedrez, traída por el juez de la contienda, Fenollar.Posición tras 2.Dd5Castellví-Vinyoles (1470-1480)Este es el desarrollo de la partida: 1.e4 d52.ed5 Dd5 (diagrama).La elección de laapertura escandinava parece motivada porel deseo de mostrar con inmediatez el poder de la nueva dama.¡Asistimos aldebut de la poderosa pieza en los anales del ajedrez!E N P O S D E L I N C U N A B L EP E R D I D O152 Posición tras 6.Af33.Cc3 Dd8 4.Ac4 (el primer movimiento delnuevo alfil, desarrollándose además por lacasilla ideal) Cf6 5.Cf3 Ag4 6.h3 Af3 (dia-grama).Un cambio de piezas menores degran significación, con mayor motivo al no efectuar el árbitro Fenollarcomentario alguno.Se están homologando, en los albores mismos del nuevoajedrez, ambas piezas, tan disímiles, en cuanto a valor material.Posición tras 13.Ab57.Df3 e6 8.Db7 Cbd7 9.Cb5 Tc8 10.Ca7Cb6 11.Cc8 Cc8 12.d4 Cd6 13.Ab5 (diagra-ma).Nuevamente se cambian las dos piezas menores, ahora es el negro el que sedesprende de su caballo, con toda naturalidad, como sabedor de la equipara-ción en fuerza de dos piezas tan diferentes en cuanto a su movimiento y supropia longevidad: una completamente nueva, el alfil, y otra que había per-manecido desde siempre sin variar su potencia de juego: el caballo.13.Cb5 14.Db5 Cd7 15.d5 ed5 16.Ae3 Ad6 17.Td1 Df6 18.Td5 Dg6 19.Af4Af4 20.Dd7 Rf8 21.Dd8 mate (posición final).El mayor homenaje que puedetributarse a la nueva pieza es atribuirle el protagonismo del mate en su estre-no en la primera partida de ajedrez moderno.153Posición finalNosotros nos hemos limitado a la transcrip-ción de la partida sin detenernos en consi-deraciones técnicas, que a menudo y en tér-minos carenciales se le han endosado a lapresente partida, sin advertir que la verdadera dimensión de la misma radica,como hemos podido ver, en poderse reproducir con las reglas actuales delajedrez, lo que convierte a esta partida en la más antigua disputada con lareglamentación moderna.A través del poema se percibe que se está fraguando el nuevo ajedrez y, aunadmitiendo que el árbitro Fenollar estipule normas que en apariencia no hansobrevivido al tiempo, consideramos que, al estar en una fase constituyente,estas normas tienen en ese momento histórico su razón de ser.Por profundoque sea el cisma que se ocasione, a través del trabajo de Calvo se verifica, ino-pinadamente, que todo el ajedrez moderno está ya en Scachs d amor y, ade-más, el propio poema nos indica, pues nos trasmite los instantes mismos dela reforma, lo estéril que resulta, a estas alturas, buscar el origen del ajedrezmoderno en otra parte o en otro tiempo.4.3.Algunas consideraciones sobre la importancia de Scachs d amorTras la publicación de la obra de Ricardo Calvo es dable suponer que poco apoco, pero ineluctablemente, los libros de Historia del ajedrez, y también lasenciclopedias de Historia universal, tendrán que recoger el importante lega-do valenciano.¿Están legitimadas, aún, voces discordantes con la génesis valenciana? No.Puesto que el trabajo del historiador alcoyano no es ningún teorema, magní-E N P O S D E L I N C U N A B L EP E R D I D O154 fico, pero después de todo, susceptible de ser interpolado o debatido.Es elanálisis crítico y científico de unas pruebas documentales, suficientes encualquier parte del mundo y también deben serlo aquí.¿Puede discutirse el legado de Scachs d amor en el sentido de menoscabar suimportancia? Esto se ha hecho alguna vez, ofreciendo siempre una visiónparcial y sesgada del poema, poniendo el acento en supuestas normas que nohan prevalecido en el ajedrez actual.En particular las que tamizan el poderde la nueva dama.El libro de Calvo refuta estas acusaciones, cuya formula-ción ya no tiene cabida, en rigor, en un futuro.Por nuestra cuenta añadiremos lo siguiente, para intentar zanjar esta cues-tión.Definitivamente y pese a quien pese, en el poema se reproduce una9partida totalmente disputada bajo las reglas nuevas.Por ello, algunas nor-mas que se recogen en el poema, que no olvidemos que no es un tratadosobre el ajedrez, aunque sí una obra técnica sobre el juego, pueden estarmotivadas por las necesidades (licencias) poéticas de los autores.Precisa-mente el incunable de Vicent (1495) era el tratado que transcribía el nuevo10ajedrez.Como hemos dicho en otras ocasiones, la razón misma de supublicación fue el otorgar al nuevo ajedrez nacido en Valencia la carta denaturaleza de su difusión y conservación escrita.Paradojas del destino:sobrevivió el nuevo ajedrez, pero no (?) la obra que lo establecía.Es importante analizar en una visión conjunta todas las reglamentacionesque desarrolla Fenollar, como se muestra en la siguiente tabla:9Ello permite, por ejemplo, que pueda formar parte, en nuestros días, de libros con catálogosde partidas; así, figura en la Enciclopedia visual del Ajedrez, de Miguel García Baeza, Editorial Planeta,Barcelona, 1995.Curiosamente, la partida, que aparece en la pág.475 en el bloque de juegos ilus-trativos de la apertura escandinava, viene fechada en 1476, sin que sepamos la fuente que determi-na la fecha [ Pobierz caÅ‚ość w formacie PDF ]
zanotowane.pl doc.pisz.pl pdf.pisz.pl trzylatki.xlx.pl
.Expresiones como la ley de nostre escola o nostre still son el mayortestimonio de la génesis, en el círculo de los poetas, del ajedrez moderno.Éste es el único texto donde expresamente se hacen alusiones, y en términosinvolucrativos, a los instantes mismos de la reforma del ajedrez árabe.Estehecho en sí mismo tiene una importancia decisiva.Profundo e íntimo el estudio y la revisión de Calvo nos proporciona, quizássin buscarlo, la fundamentación del propio ajedrez.Identifica, como provisto del láser de un moderno cirujano, sin tocar laestructura del ajedrez moderno, enorme con el paso de los siglos, el prediosobre el que se ha constituido: está en nuestro país, más concretamente, susraíces ahondan en la tierra valenciana.Estamos completamente convencidosde que si fuera otra, si no fuera la suya, su esfuerzo no decaería ni su avidezpor la verdad, en ese sentido recuerdo cuando investigaba en Zafra (Badajoz)el propio nacimiento de Ruy López.obra escrita en 1459-1460, donde leemos: escacs pel roc / tens per la dona; sus-mat te dona.Tambiénhay una evocación al ajedrez en Lo proces de les olives, obra publicada en Valencia en 1497, con poemasde Fenollar y Vinyoles, y lo que todavía es más importante: teniendo como impresor a Lope de Roca,el mismo que publica el libro de Vicent.Por todo ello es por lo que Calvo llega a la convincente con-clusión de que el ajedrez moderno brotó en Valencia en relación con un círculo bien conocido dehumanistas, hombres de letras y editores de libros, estrechamente vinculado además, como ya vimos,con el entorno en el que se imprimió la obra de Lucena y, en concreto, con el impresor LeonardoHutz.Por ello el mérito de este libro es el de la cohesión: unir la fragmentaria His- 151toria del ajedrez, quebrada en el momento mismo del tránsito del ajedrezárabe al moderno.Agradezcamos, pues, a Ricardo Calvo su postura de investigador libre e inde-pendiente.Y también su ausencia de miedos, ya que nos ha enseñado a deste-rrar el peor de todos ellos: el miedo a la verdad.4.2.Castellví-Vinyoles, primera partida del nuevo ajedrezLa relevancia ajedrecística del manuscrito se fundamenta en el hecho detranscribir la primera partida con la reglamentación del ajedrez de la dama,este hecho trascendental ya fue señalado por Paluzíe.Por la importancia quepor tanto tiene para la Historia del ajedrez reproducimos íntegra la partidadesarrollada a lo largo de las 64 estrofas, tantas como casillas tiene el tablerode ajedrez, con lo que la alegoría alcanza su pleonasmo.Junto a las jugadas sevan intercalando, en el poema, los comentarios del árbitro, que no es sino lalegislación del nuevo ajedrez, traída por el juez de la contienda, Fenollar.Posición tras 2.Dd5Castellví-Vinyoles (1470-1480)Este es el desarrollo de la partida: 1.e4 d52.ed5 Dd5 (diagrama).La elección de laapertura escandinava parece motivada porel deseo de mostrar con inmediatez el poder de la nueva dama.¡Asistimos aldebut de la poderosa pieza en los anales del ajedrez!E N P O S D E L I N C U N A B L EP E R D I D O152 Posición tras 6.Af33.Cc3 Dd8 4.Ac4 (el primer movimiento delnuevo alfil, desarrollándose además por lacasilla ideal) Cf6 5.Cf3 Ag4 6.h3 Af3 (dia-grama).Un cambio de piezas menores degran significación, con mayor motivo al no efectuar el árbitro Fenollarcomentario alguno.Se están homologando, en los albores mismos del nuevoajedrez, ambas piezas, tan disímiles, en cuanto a valor material.Posición tras 13.Ab57.Df3 e6 8.Db7 Cbd7 9.Cb5 Tc8 10.Ca7Cb6 11.Cc8 Cc8 12.d4 Cd6 13.Ab5 (diagra-ma).Nuevamente se cambian las dos piezas menores, ahora es el negro el que sedesprende de su caballo, con toda naturalidad, como sabedor de la equipara-ción en fuerza de dos piezas tan diferentes en cuanto a su movimiento y supropia longevidad: una completamente nueva, el alfil, y otra que había per-manecido desde siempre sin variar su potencia de juego: el caballo.13.Cb5 14.Db5 Cd7 15.d5 ed5 16.Ae3 Ad6 17.Td1 Df6 18.Td5 Dg6 19.Af4Af4 20.Dd7 Rf8 21.Dd8 mate (posición final).El mayor homenaje que puedetributarse a la nueva pieza es atribuirle el protagonismo del mate en su estre-no en la primera partida de ajedrez moderno.153Posición finalNosotros nos hemos limitado a la transcrip-ción de la partida sin detenernos en consi-deraciones técnicas, que a menudo y en tér-minos carenciales se le han endosado a lapresente partida, sin advertir que la verdadera dimensión de la misma radica,como hemos podido ver, en poderse reproducir con las reglas actuales delajedrez, lo que convierte a esta partida en la más antigua disputada con lareglamentación moderna.A través del poema se percibe que se está fraguando el nuevo ajedrez y, aunadmitiendo que el árbitro Fenollar estipule normas que en apariencia no hansobrevivido al tiempo, consideramos que, al estar en una fase constituyente,estas normas tienen en ese momento histórico su razón de ser.Por profundoque sea el cisma que se ocasione, a través del trabajo de Calvo se verifica, ino-pinadamente, que todo el ajedrez moderno está ya en Scachs d amor y, ade-más, el propio poema nos indica, pues nos trasmite los instantes mismos dela reforma, lo estéril que resulta, a estas alturas, buscar el origen del ajedrezmoderno en otra parte o en otro tiempo.4.3.Algunas consideraciones sobre la importancia de Scachs d amorTras la publicación de la obra de Ricardo Calvo es dable suponer que poco apoco, pero ineluctablemente, los libros de Historia del ajedrez, y también lasenciclopedias de Historia universal, tendrán que recoger el importante lega-do valenciano.¿Están legitimadas, aún, voces discordantes con la génesis valenciana? No.Puesto que el trabajo del historiador alcoyano no es ningún teorema, magní-E N P O S D E L I N C U N A B L EP E R D I D O154 fico, pero después de todo, susceptible de ser interpolado o debatido.Es elanálisis crítico y científico de unas pruebas documentales, suficientes encualquier parte del mundo y también deben serlo aquí.¿Puede discutirse el legado de Scachs d amor en el sentido de menoscabar suimportancia? Esto se ha hecho alguna vez, ofreciendo siempre una visiónparcial y sesgada del poema, poniendo el acento en supuestas normas que nohan prevalecido en el ajedrez actual.En particular las que tamizan el poderde la nueva dama.El libro de Calvo refuta estas acusaciones, cuya formula-ción ya no tiene cabida, en rigor, en un futuro.Por nuestra cuenta añadiremos lo siguiente, para intentar zanjar esta cues-tión.Definitivamente y pese a quien pese, en el poema se reproduce una9partida totalmente disputada bajo las reglas nuevas.Por ello, algunas nor-mas que se recogen en el poema, que no olvidemos que no es un tratadosobre el ajedrez, aunque sí una obra técnica sobre el juego, pueden estarmotivadas por las necesidades (licencias) poéticas de los autores.Precisa-mente el incunable de Vicent (1495) era el tratado que transcribía el nuevo10ajedrez.Como hemos dicho en otras ocasiones, la razón misma de supublicación fue el otorgar al nuevo ajedrez nacido en Valencia la carta denaturaleza de su difusión y conservación escrita.Paradojas del destino:sobrevivió el nuevo ajedrez, pero no (?) la obra que lo establecía.Es importante analizar en una visión conjunta todas las reglamentacionesque desarrolla Fenollar, como se muestra en la siguiente tabla:9Ello permite, por ejemplo, que pueda formar parte, en nuestros días, de libros con catálogosde partidas; así, figura en la Enciclopedia visual del Ajedrez, de Miguel García Baeza, Editorial Planeta,Barcelona, 1995.Curiosamente, la partida, que aparece en la pág.475 en el bloque de juegos ilus-trativos de la apertura escandinava, viene fechada en 1476, sin que sepamos la fuente que determi-na la fecha [ Pobierz caÅ‚ość w formacie PDF ]