X


[ Pobierz całość w formacie PDF ]
. Desde luego.Pero los hieros modificaron su propia forma, y para que pudi�ramosseguirlos, tambi�n la nuestra. Sieur. Pregunta.Se acerca tu juicio final, y no puede ser justo.Si hay alguna reparación anuestro alcance, la haremos.Ahora o despu�s.Esas palabras me helaron el corazón; a mis espaldas, los que ocupaban los bancosmurmuraron: aunque no sab�a qui�nes eran, o� sus voces como un susurro de hojas enun bosque. Es una pregunta absurda, sieur  dije, cuando logr� recuperar la voz.Pero unavez o� dos cuentos sobre seres que cambiaban de forma, y en uno de ellos un �ngel, y creo que vos, sieur, sois un �ngel as�, se abr�a el pecho y le pasaba el poder de cambiarde forma a un ganso de corral.Y el ganso lo usaba en seguida y se transformaba parasiempre en un veloz ganso volador.Anoche lady Apheta dijo que quiz� yo no vaya acojear siempre.Sieur, aquel hombre, Melito, �fue enviado a contarme esa historia?En las comisuras de los labios de Tzadkiel apareció una sonrisita, que me recordó laforma en que me sonre�a Zak. �Qui�n puede decirlo? Yo no lo envi�.Has de comprender que cuando una verdades conocida, por tanta gente y desde hace tantos eones, se propaga por todas partes,cambia y adopta muchas formas.Pero si lo que est�s pidiendo es que te traspase mifacultad, no puedo.Si pudi�ramos se la dar�amos a nuestros hijos.T� los has conocido, ytodav�a son prisioneros de la forma que muestras t� ahora.�Tienes alguna otra preguntaantes de que procedamos? S�, sieur.Mil.Pero si se me permite una sola, �por qu� subisteis a la nave? Deseaba conocerte.Cuando eras peque�o en tu mundo, �nunca te hincaste ante elConciliador?  En el d�a de Santa Catalina, sieur. �Y cre�as en �l? �Lo cre�as deveras? No, sieur. Sent� que estaba a punto de ser castigado por descre�do, y a�n hoy nos� si fue as� o no. Imagina que hubieras cre�do.�Nunca conociste a alg�n otro creyentede tu edad? Los acólitos, sieur.Al menos eso se dec�a entre nosotros, los aprendices detorturadores. �No habr�an deseado caminar con �l, si hubiera sido posible? �Estar a sulado cuando corriera peligro? �Cuidarlo, acaso, cuando se encontrara enfermo? Yo hesido uno de esos acólitos, en una creación ya desaparecida.Tambi�n en ella hab�a unConciliador y un Sol Nuevo, aunque no los llam�bamos as�.�Pero ahora tenemos que hablar de otra cosa, nosotros dos, y r�pido.Tengo muchastareas, algunas m�s apremiantes que �sta.D�jame decirte francamente que te hemosenga�ado, Severian.Has venido a rendir examen, de modo que te hemos hablado de �l eincluso te hemos dicho que este edificio es nuestro Palacio de justicia.Nada de esto escierto.No pude hacer otra cosa que mirarlo. O, si quieres decirlo de otro modo, ya has pasado la prueba, que era un examen delfuturo que crear�s.El Sol Nuevo eres t�.Ser�s devuelto a Urth, y contigo ir� la FuenteBlanca.Los dolores de muerte del mundo que conoces ser�n ofrecidos al Increado.Yser�n indescriptibles: como se ha dicho, zozobrar�n continentes enteros.Muchas cosashermosas perecer�n, y al mismo tiempo la mayor parte de tu raza; pero tu tierra volver� anacer.Aunque puedo escribir las palabras que usó, y lo hago, me es imposible reproducir eltono o siquiera un atisbo de la convicción que transmit�a.Era como si sus pensamientostronaran, despertando en la mente cuadros m�s reales que cualquier realidad, de modoque mientras �l hablaba yo ve�a morir los continentes, o�a un estruendoso derrumbe degrandes edificios y ol�a el punzante viento marino de Urth.A mis espaldas se elevó un rumor airado. Sieur  dije.Recuerdo el examen de mi predecesor. Me sent�a como cuando erael aprendiz m�s joven.Tzadkiel asintió. Era necesario que lo rememoraras; por esa razón �l fue examinado. �Y castrado?  El antiguo Autarca se estremeció dentro de m�, y sent� que lasmanos me temblaban. S�.De lo contrario entre el trono y t� se habr�a interpuesto un ni�o, y tu Urth habr�aperecido para siempre.La alternativa era la muerte del ni�o.�Eso habr�a sido mejor?Yo no pod�a hablar, pero su mirada parec�a pesar en todos los corazones que lat�anjunto con el m�o, y al fin negu� con la cabeza.  Ahora debo irme.Mi hijo se ocupar� de que te devuelvan a Briah y Urth, que ser�destruida cuando t� ordenes.La mirada de Tzadkiel me abandonó, y sigui�ndola me volv� hacia el pasaje que ten�adetr�s, donde vi al hombre que nos hab�a llevado desde la nave.Los marinerosempezaron a levantarse y sacar los cuchillos, pero yo apenas lo notaba [ Pobierz całość w formacie PDF ]
  • zanotowane.pl
  • doc.pisz.pl
  • pdf.pisz.pl
  • trzylatki.xlx.pl
  • Drogi użytkowniku!

    W trosce o komfort korzystania z naszego serwisu chcemy dostarczać Ci coraz lepsze usługi. By móc to robić prosimy, abyś wyraził zgodę na dopasowanie treści marketingowych do Twoich zachowań w serwisie. Zgoda ta pozwoli nam częściowo finansować rozwój świadczonych usług.

    Pamiętaj, że dbamy o Twoją prywatność. Nie zwiększamy zakresu naszych uprawnień bez Twojej zgody. Zadbamy również o bezpieczeństwo Twoich danych. Wyrażoną zgodę możesz cofnąć w każdej chwili.

     Tak, zgadzam siÄ™ na nadanie mi "cookie" i korzystanie z danych przez Administratora Serwisu i jego partnerów w celu dopasowania treÅ›ci do moich potrzeb. PrzeczytaÅ‚em(am) PolitykÄ™ prywatnoÅ›ci. Rozumiem jÄ… i akceptujÄ™.

     Tak, zgadzam siÄ™ na przetwarzanie moich danych osobowych przez Administratora Serwisu i jego partnerów w celu personalizowania wyÅ›wietlanych mi reklam i dostosowania do mnie prezentowanych treÅ›ci marketingowych. PrzeczytaÅ‚em(am) PolitykÄ™ prywatnoÅ›ci. Rozumiem jÄ… i akceptujÄ™.

    Wyrażenie powyższych zgód jest dobrowolne i możesz je w dowolnym momencie wycofać poprzez opcję: "Twoje zgody", dostępnej w prawym, dolnym rogu strony lub poprzez usunięcie "cookies" w swojej przeglądarce dla powyżej strony, z tym, że wycofanie zgody nie będzie miało wpływu na zgodność z prawem przetwarzania na podstawie zgody, przed jej wycofaniem.